27 de agosto de 2014

La Cultura de la Calle

Cuando estaba desarrollando mi trabajo de campo para una investigación que esta en curso tanto en la ciudad y en las comunidades campesinas pude notar los cambios de las personas sobre la movilidad social y cultural que tiene en una sociedad globalizada, para lo cual nos planteamos preguntas muy generales ¿cual es la vida cotidiana de las personas que van construyendo una relación móvil con el otro? ¿Sigue existiendo la cultura de la vecindad? Nuestra intención en el presente ensayo es responder ha las preguntas planteadas para lo cual utilizaremos algunos aparatos teóricos sobre redes sociales, movilidad social, generaciones, cultura de la salida, turistas y vagabundos, medios de comunicación y mundialización de diversos autores tanto antropólogos y sociólogos. Una de las ideas que se tiene por los conocimientos teóricos que en las comunidades campesinas la solidaridad y sobre todo la reciprocidad andina es el elemento importante de la cohesión entre las personas y su comunidad, pero han pasado mucho tiempo y se han producido muchos cambios en la interrelación entre los pobladores de las comunidades y los pobladores de la ciudad en otras palabras hay un interrelación compleja y utilitaria entre ellos y los otros. Como también nos manifiesta Aldo Panfichi “las comunidades fueron entendidas principalmente como vecindarios residenciales. Es decir, como espacios físicos delimitados al interior del cual sus habitantes competían por recursos escasos. Con el análisis de las redes sin embargo, las comunidades son vistas como formaciones sociales basadas en diferentes patrones de lazos e interacciones entre la gente, los cuales pueden trascender los limites físicos de una área encapsulada” En la mayoría de las comunidades va desapareciendo el apoyo mutuo que se desarrollaba no solo entre familiares sino con los vecinos y la comunidad en la construcción de su vivienda, en el cuidado de los hijos, en el préstamo “simbólico” de algún alimento que faltaba para cocina (“puedes prestarme un poco de manteca”) entre otras cosas y se podía constatar una relación de cara a cara entre los pobladores, pero hoy ha cambiado radicalmente las personas no se conocen su relación es muy puntual y casi indirecta prefieren contratar a desconocidos para que les ayuden en las actividades agrícolas y familiares que recurrir a la familia o vecindad. En algunos casos el Estado ha desarrollado programas sociales como el de Wawa Huasi, donde el poblador del campo que va su estancia o chacra ha trabajar deja a sus hijos en estos programas para que lo cuiden pero ya no es una ayuda de la familia, ni vecindad sino es un servicio que utilizan para lo cual deben pagar, pueden trabajar sus paisanos o familiares en estos programas pero ya no tiene la idea de ayuda mutua sino como un trabajo cambiando radicalmente la concepción cultural de la reciprocidad. La imagen de comunidad que emerge aquí se opone a la generalizada y nunca discutida idea de las comunidades como constituidas exclusivamente por la relaciones de reciprocidad y solidaridad. Con los nuevos estudios emergen una imagen mucho más compleja, comunidades integradas por pequeñas redes de fuertes lazos que se superponen entre si. En esta imagen, los lazos débiles actúan como puentes entre grupos de lazos fuertes . Por lo tanto podemos decir las comunidades que fueron creados por interés o artificialmente los lazos fuertes ha desaparecidos porque encontramos más lazos débiles que se articulan entre ellos con nuevos patrones culturales que van construyendo en su vida cotidiana sobre la base de su interrelación con los otros espacios de movilidad social. Pero esto no solo se encuentra en el campo sino también en los Asentamientos Humanos de grandes ciudades por los finales del ochenta dos textos marcaron el derrotero de la vida cultural de los migrantes internos en la ciudad, donde dan a conocer como utilizan patrones culturales que desarrollaban en el campo en su Asentamiento Humano sobre todo el apoyo mutuo entre ellos, las faenas comunales eran adecuados para las faenas de los servicios básicos (agua, desagüe, electricidad, parques de recreación, posta medica entre otros) donde trabajaban los pobladores y su relación también era cara a cara, en cuanto a la parte más afectiva se encontraba en los famosos cumpleaños de los familiares y vecinos “donde los pobladores del mercado, del barrio o familiares se juntaban para dar las serenatas a los otros pobladores que cumplían años para lo cual llevaban sus comidas, licores, sus tocadiscos (posteriormente sus equipos) para animar la fiesta”, otros elemento cultural que marcaba ha estos migrantes eran la relación de compadrazgo que venia de la vida comunal, muchos de ellos su relación social o redes sociales ha estado marcado por padrinaje tanto en la vida laboral como en la vida cotidiana del pobladores porque ellos eran los nuevos familiares que se apoyaban mutuamente como en las comunidades. Hoy encuentras en los Asentamientos Humanos nuevas características culturales distintas de los primeros pobladores podemos decir que la transmisión generacional de padres a hijos como que ya no va funcionando porque la segunda y tercera generación van teniendo nuevos parámetros culturales ellos ya no tienen como redes sociales al compadre, al familiar ni al vecino sino son otros que no se encuentra en su espacio geográfico (barrio) sino en otros espacios imaginados (ciudades, países lejanos entre ellos) . Encontrábamos que los hijos seguían el derrotero de sus padres sobre todo en la parte laboral si el padre era ganadero el hijo podía ser carnicero o negociante de ganados, el padre era agricultor el hijo comerciante de productos agrícolas esto entendíamos como transmisión generacional, poro hoy encontramos que esta transmisión generacional se va debilitando entre otras razones porque los padres ya no quieren que sus hijos sean negociantes o sigan su misma oficio sino por el contrario buscan que sus hijos sean profesionales en una encuesta aplicada a los negociantes del mercado del Tambo el 95 % de ellos prefieren que sus hijos sean universitarios por ende profesionales porque ellos manifiestan “no deben ser como nosotros”, otra razón es la no continuidad de negocio por divergencias de sus hijos, se reparten el negocio esto no solo se ve en la ciudad sino también en el campo donde los hijos a la muerte de sus padres se dividen los terrenos agrícolas en pedazos podemos encontrar que un poblador nos diga “yo tengo varios terrenos pero pequeños de cuatro a ocho surcos por el resto son de mis hermanos”, podemos conjeturar que la transmisión generacional en muchos casos ya esta en discusión porque ya va siendo útil como un concepto teórico para la constitución de una identidad cultural. En cuanto a las redes sociales podemos decir que era interesante contar con algún familiar, paisano o vecino para que su vida cotidiana se va consolidando porque estas redes permitían formar nuevos hogares, conseguir trabajo, ascenso social, se construía aparatos simbólicos como “emborracharse con algún vecino, familiar o jefe era para conseguir un beneficio para la familia”, “para cerrar un trato comercial tenia que ser con un par de tragos”, estos aparatos culturales en la actualidad van desapareciendo porque los de la segunda y tercera generación ya no utiliza lazos fuertes sino lazos débiles como lo manifiesta Vicente Espinoza “En otras palabras, la reciprocidad solo aparece en pequeños grupos de gente unida por lazos fuertes, mientras que las relaciones comunes y las instrumentales suceden sobre la base de lazos débiles”. En las grandes ciudades o ciudades intermedias con la llegada de la migración interna o externa se ha reconfigurado la relación cultural entre las personas, viven juntos y no se conocen, se han desarticulado las relaciones entre ellos, la convivencia y las redes sociales van debilitándose solo se reúnen para ver la administración del edificio, pero esto no solo se da en los edificios sino también en la residencias que son exclusivos donde no se conocen quienes viven en su entorno y su vida cotidiana no tiene relación con su vecindad sino con otros espacios como el trabajo, los estudios, los medios de comunicación. Esta afirmación de vivir juntos pero no conocerse es muy peculiar también en las urbanizaciones de vivienda de los distritos metropolitanos de las grandes y medianas ciudades de interior de nuestros país, nos contaba un amigo, él esta viviendo en una urbanización residencial de clase media “Un día llegaba a su casa cuando un grupo de mujeres le pregunta si conocía a la señora…yo dije enfáticamente no lo conozco, ellas insistían que dicha señora vivía en el pasaje en ese instante sale la señora que vivía al costado de mi casa y se saludan afectivamente entre ellas, yo me quede mudo porque no conocía a la vecina del costado estando viviendo juntos como cinco años”. Los espacios de interrelación entre los pobladores de las ciudades viene cambiando o modificándose porque ya no es el espacio de la vecindad o familiar que predomina, porque la mayoría de ellos su tiempo esta repartido en diversos espacios como lo laboral (que también ya no es en un solo sitio sino en diversos), estudios o de diversión, por lo que su vivienda se convierte solo en su “dormitorio”, esto hace que va tejiendo otras redes de lazos débiles permanentemente. Producto de la construcción de las viviendas en forma vertical o en edificios la mayoría de los jóvenes y niños ya no desarrollan juegos recreativos en forma colectiva entre los vecinos porque no existe o son limitados los espacios públicos de recreación por lo que son enviados o llevados a campos de recreación distantes o lejos de la vivienda por lo que sus redes sociales son otros que tienen un lazo débil o coyuntural. Entonces nos preguntamos que tipo de relaciones culturales se va desarrollando tanto en la ciudad, en los Asentamientos Humanos y en las comunidades nos atrevemos a conjeturar que se esta construyendo una identidad móvil donde las personas están permanentemente en una movilidad social en su interacción, otros autores lo llaman la “cultura de la salida” como nos manifiesta Renato Ortiz “Ya no son los valores clásicos los que organizan la vida cultural, sino lo que algunos autores llaman “cultura de las salidas” . El arte de vivir ya no toma más como referencia la alta cultura, sino los tipos de salida realizados por los individuos: ir al concierto de rock, a la opera, a los restaurantes, al cine, al teatro, viajar de verano. La oposición Cultura erudita vs. Cultura popular es sustituida por otra: los que salen mucho vs. Los que permanecen en casa. De un lado los sedentarios, que ven televisión casi todo el tiempo y dejan el hogar solo para trabajar. De otro, los que se aprovechan la vida. La movilidad, característica de la vida moderna, se torna señal de distinción. Esta cultura de la salida se esta dando más en la tercera y cuarta generación porque son ellos los que permanentemente se encuentra casi todo el día fuera de la casa ya es común que los padres de familia señalen “bueno nuestros hijos ya viven en la calle”, porque el espacio de la familia o la vecindad que antes eran lazos fuertes hoy no atraen a los jóvenes y niños porque la mayoría de las personas trabajan o estudian solo se ven en la noche o algunos días feriados, su relación es cada vez mas distante que antes. Pero esta cultura de la salida no es prerrogativa de las ciudades esto se va encontrando en los Asentamientos Humanos y las comunidades, en algunos casos muchos niños, adolescentes y jóvenes de la comunidades solo regresan a sus comunidades los días sábados y domingos los otros días de la semana se encuentran en la ciudad o distrito por estudio o trabajo, en el caso de los Asentamientos Humanos los pobladores, jóvenes y niños salen de sus hogares muy temprano y vuelven en la noche su vida lo desarrollan en el trabajo, la universidad, el colegio donde van creando lazos débiles con otras personas pero esto no son permanentes sino esporádicos. Esta movilidad social esta reconfigurando la vida cotidiana de las personas en los diversos espacios sobre todo en los aparatos culturales como lo manifiesta Vega Centeno “ El concepto de movilidad abre la posibilidad de estudiar partiendo de un nuevo enfoque, las practicas cotidianas de los sectores populares dentro de la trama urbana” , nosotros podemos remarcar que no solo son de los pobladores de los Asentamientos Humanos sino también en los pobladores de las comunidades y de las grandes y medianas ciudades. Esta movilidad de los pobladores que desarrollan en la ciudad y el campo va siempre junto con la readecuación de sus aparatos culturales porque en la interrelación con el otro, va trasmitiendo y aprendiendo patrones culturales desde la alimentación, vestido, música, información y sobre todo conocimientos porque cada vez que uno sale de su hogar y trabajo va aprendiendo nuevas formas de vida en muchos casos modifica sus patrones culturales pero sin niega sus patrones culturales de origen en otras palabras sale y entra de un espacio a otro en forma permanente los pobladores sobre todo los de la tercera y cuarta generación. Pero esta movilidad social y cultural no solo se da físicamente sino también virtualmente como nos manifiesta Zygmunt Baumann “Muchos cambiamos de lugar: nos mudamos de casa o viajamos entre lugares que no son nuestro hogar. Algunos no necesitamos viajar: podemos disparar, correr o revolotear por la Web, recibir y mezclar en la pantalla los mensajes que vienen de rincones opuestos del globo. Pero la mayoría estamos en movimiento aunque físicamente permanece en reposo. Es el caso del que permanece sentado y corre los canales de televisión satelital o por cable, entra y sale de espacios extranjeros con una velocidad muy superior a la de los jets supersónicos y los cohetes cósmicos, pero jamás permanece en un lugar el tiempo suficiente para hacer lago más que un transeúnte para sentirse chez soi” . Los medios de comunicación vienen jugando un papel importante en la reconfiguración cultural de los pobladores ya sea en la ciudad y el campo, y esto esta ligado con la migración externa, la mayoría de los migrantes van comunicándose con sus familiares por los correos electrónicos, el Internet, el Chat entre otros estos no solo le cuentan como se encuentran sino les trasmites las formas de vida que van teniendo les mandan fotos digitales, libros, música entre otros, los pobladores que reciben estas informaciones de sus parientes ya no están pensando en quedarse en su pueblo o ciudad sino van teniendo el sueño de migrar, por lo que podemos decir que los lazos fuertes de las familias y vecindad va debilitándose porque la comunicación ya no es cara a cara, escrita en papel sino es virtual. Por lo que podemos conjeturar que la vida cotidiana de las personas esta construido por una identidad cultural móvil, los espacios ya no son esencializados sino tienen una movilidad continua donde el individuo recrea y modifica sus patrones culturales en su intererelación con el otro, este otro puede ser virtual o personal, la comunicación se convierte en un facto importante entre uno y el otro en algunos casos pueden ser de cara a cara, escrita o virtual donde los códigos para cada caso son distintos en el primero es más oral donde los lazos son fuertes como la afectividad o reciprocidad, en cambio en el segundo va siendo un poco más alejado entre ellos donde predomina los lazos débiles como el contrato de trabajo, son más racionales su relación con el otro, en otras palabras el dicho popular de “papelito manda” es el predominante, en cambio en el tercero en el virtual la relación con el otro es imaginaria pero con una cota de confianza increíble por ejemplo uno necesita un libro y esta es vendida en una editorial extranjera tu lo solicitas mediante un correo electrónico o pagina Web, realizas el deposito en una semana o dos te llega el libro, nos preguntamos que nivel de confianza se va generando entre la persona y la persona virtual o imaginada porque no conoces con quien te comunicaste, quien te despacho, ni en muchos casos no conoces el local de la editorial. En la actualidad la formación académica esta siendo cambiado porque van invadiendo en todos los sectores los estudios virtuales, uno ya puede estudiar en una universidad extranjera sin pisar el suelo del país, sin conocer la universidad, ni tus profesores porque tu relación va ser virtual a través de Chat o foro de discusión es mas se van construyendo aulas virtuales donde el conferencista o docentes ya no se encuentra físicamente sino a través de la pantalla tu puedes comunicarte pero ya no cara a cara sino virtualmente, por ultimo tu puede tener información de todo el mundo sin conocer muchas bibliotecas todo por el Internet casi la totalidad de ellas ya cuentan con su pagina Web, en otras palabras siempre estamos en movimiento. Podemos seguir manifestando que nuestros patrones culturales son esencializados es desconocer la vida cotidiana de nuestros hijos, nietos, para ellos sus patrones culturales son móviles y dinámicos predominando la cultura de la salida. 

[1]La Redefinición de la identidad cultural en el Valle del Mantaro”.
[2]  Panfichi Aldo.- Pobreza urbana y redes sociales folleto 1996.
[3] Ob. Citada.
[4] Carlos Iván Degregori y otros.- Conquistadores de un nuevo mundo, de invasores a ciudadanos en San Martín de Porras  y el otro de Jurgen Golten y otro.- Los Caballos de Troya de los invasores, estrategias campesinas en la conquista de la gran Lima.
[5] El Tambo es un Distrito metropolitano de la Provincia de Huancayo, la encuesta fue aplicada en el mes de noviembre del 2005. 
[6] Vicente Espinoza.- Social Networks Among the Urban Poo 1993 citado Por Panfichi en Pobreza urbana y redes sociales 1996.
[7] La mayoría de las personas que se encuentran  en la ciudad viven en edificio, separados por departamentos, porque en la actualidad la visión que tienen los arquitectos o inmobiliarias es ganar los aires de un terreno por lo que las viviendas se van construyendo para arriba en forma de edificios, ya  no toman en cuenta la tradición andina de construcción forma horizontal.   
[ 8] Vega Centeno Pablo.- Movilidad y vida cotidiana de mujeres de sector popular de Lima.- Revista Anthropologica No 22 PUCP 2004.
[9] Ortiz, Renato.- Mundialización y Cultura. Alianza Editorial  1997.
[10] Ob. Citada.
[11] Baumann, Zygmunt.- La Globalización: consecuencias humanas. FCE Buenos Aires 1999. 


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