Recibí el libro hace más de un año, pero quedó debajo de una ruma de papeles, y recién lo acabo de recuperar. Un feliz y oportuno redescubrimiento en medio de los debates actuales sobre la multiculturalidad del país, los alcances que debería tener el ejercicio del derecho a consulta para los pueblos indígenas, cómo entender lo popular en el Perú, especialmente cuando en Lima la esperanza puesta en el “desborde popular” esbozado por José Matos Mar puede terminar también en sucesos como los vistos recientemente en el ex mercado mayorista de La Parada. Cuánta falta nos hace hoy la inteligencia y sensibilidad de Roberto Miró Quesada (RMQ), fallecido tempranamente en 1990. Ricardo Soto tuvo la feliz iniciativa de editar y publicar una antología de sus escritos bajo el título Lo andino no es lo peruano. Ensayos sobre la cultura peruana (Huancayo, Universidad del Centro del Perú, 2011).
Como muchos otros, rechazaba una propuesta de mestizaje conservador, basada en una jerarquía en la cual lo “occidental criollo” ocupa una posición superior a la andina y a otras tradiciones culturales, fundamento de diferentes formas de discriminación. Pero a diferencia de otros, no pensaba en una suerte de “vuelta de tortilla” como alternativa, haciendo de lo andino el centro de la peruanidad, que podría llevar a nuevas exclusiones de otras tradiciones, como la africana, amazónica, y las resultantes del incesante flujo de migrantes a nuestro país.
RMQ buscó evitar una visión condenatoria de lo occidental y laudatoria de lo andino. Llamó a ser crítico con las tradiciones andinas, que veía como fuertemente permeadas por herencias feudales españolas, de allí que tuvieran mucho de conservador y anacrónico; en eso se coincidía con el conservadurismo de nuestras elites supuestamente globalizadas, de allí que viera las bases de la discriminación en patrones autoritarios tradicionales compartidos tanto por los de arriba como por los de abajo.
La salida estaba en entender la identidad peruana afincada en el mundo popular, pero no entendiendo este como una concesión sin más a las preferencias mayoritarias, ni como aceptación de los patrones predominantes. RMQ entendía la cultura como un campo fundamentalmente político, expresión de hegemonías, proyectos, correlaciones de fuerza, imposiciones, resistencias y resultados inesperados; de allí que postulara entender lo peruano y popular entendido como una construcción política pendiente, orientada hacia el futuro, democrática, integradora, respetuosa de las diferencias, construida sobre la base de nuestras diferentes tradiciones, pero al mismo tiempo diferente de cada una de ellas. Llamaba a reivindicar la modernidad occidental, base de la ciudadanía y de la democracia, a la cultura popular masiva cada vez más presente en nuestras urbes, y a nuestras “tradiciones” históricas, y veía en ese encuentro conflictivo, caótico y difícil el germen de la peruanidad.
FUENTE: Martín Tanaka. (Domingo, 18 de noviembre de 2012). Lo andino no es lo peruano. http://www.larepublica.pe/columnistas/virtu-e-fortuna/lo-andino-no-es-lo-peruano-18-11-2012
( A modo de presentación)
Han pasado más de 20 años de su muerte muy poco se conoce la producción académica y sobre todo en el tema cultural a Roberto Miro Quesada a mi entender uno de los intelectuales peruanos más lucido en cuanto a la construcción de la identidad cultural peruana, no nos dejo un libro sobre sus ideas centrales de la cultural sino un conjunto de artículos, ensayos e investigaciones sobre diversos tópicos de nuestra cultura peruana.
No contamos con una autobiografía de Roberto Miro Quesada, uno de sus discípulos Martin Tanaka nos dice «Roberto era un Miro Quesada, con todo lo que ello implica, venido de una familia de larga tradición, pudo fácilmente aprovechar las ventajas de su condición social e instalarse en ella. Sin embargo fue mas allá rompió de alguna manera con esto y asumió una posición, una identidad de izquierda. Sus convicciones fueron más fuertes. Pero ser de izquierda tampoco fue sencillo: porque pese a serlo no dejaba de ser un Miro Quesada. Habiéndose distanciado de los de arriba y sin ser plenamente acogido por los de abajo, siendo vistos por unos con extrañeza y por otros con recelo, Roberto vivió la soledad, la incomprensión de un país desgarrado, dividido como el nuestro», creemos que esto resume su vida y su producción intelectual porque busca la integralidad de la cultura peruana reconociendo sus diferencias culturales, políticas de la población peruana.
Esta recopilación comienza en forma casi casual. Estaba desarrollando una investigación sobre la cultura en el Valle del Mantaro cuando me encontré con un ensayo de Roberto Miro Quesada «Identidad Nacional, Pluriculturalidad «, después de terminar de leer estuve convencido que la discusión académica y política sobre la identidad cultural peruana, ya no es posibles entender el debate con la vieja dicotomía entre lo blanco y lo indio, lo occidental y lo andino, porque hoy en la actualidad van construyendo los nuevos cambios y la diversidad de actores sociales y diversos simbolismos, como puede afirmar Roberto Miro Quesada «debemos Desandinizar y Desoccidentalizar y construir una nueva identidad cultural tomando lo bueno de las dos ideas».
En este proceso podemos encontrar diversas propuestas teóricas de los intelectuales en cuanto la identidad cultura, por ejemplo: Néstor García Canclini plantea Culturas Hibridas, Zigmunt Bauman las Identidades liquidas, Raúl Romero las Culturas Múltiples, Ricardo Soto Culturas Móviles, entre otros, ha todos ellos los que los unifica es la idea de la diversidad cultural con el reconocimiento de la diferencia. En otras palabras no podemos negar los diversos patrones culturales que asimilamos pero no desconocemos a ninguno de ellos, ni lo ponemos adelante del otro, sino que respetamos los espacios donde interactúan.
Para poder entender el pensamiento de Roberto sobre Identidad quisiera desarrollar las ideas de Manuel Castells entre «la identidad de resistencia» y la «identidad de proyecto». Para Castells la primera identidad es generada por aquellos actores sociales que se encuentran en posición o condición devaluadas o estigmatizadas por la lógica de la dominación, por lo que constituyen trincheras de resistencia y de supervivencia basándose en principios diferentes u opuestos a los que impregnan las instituciones de la sociedad.
La «Identidad proyecto», de que habla el autor citado, resulta esclarecedor aquí. Ella se presenta cuando los actores sociales basándose en los materiales culturales de que disponen, construyen una nueva identidad que redefine su posición en la sociedad y al hacerlo buscan la trasformación de toda la estructura social.
Consciente de la enorme capacidad de asimilación y recreación del mundo andino y mundo occidental, demostrada a lo largo de la Historia, Roberto Miro Quesada trabaja, y muestra al país aquello que, en el Perú de hoy, permite poner en el camino la identidad proyecto hacia una sociedad justa y fraterna, Roberto reconoce que las identidades que comienzan como resistencia pueden inducir en identidades proyecto. La frontera entre esas identidades es lábil y porosa.
Roberto Miro Quesada parte de la pregunta ¿Qué país tenemos, que país queremos, que país podemos hacer?. Para poder construir la identidad cultural de nuestro país.
Muchos de nosotros académicos, políticos y operadores de políticas culturales nos aferramos del pasado que fue construido por los intelectuales de los dominadores y no por los subalternos, sin tomar en cuenta los cambios que se han desarrollado sobre todo en los aparatos culturales de los jóvenes de nuestro país. Esta nueva generación viene construyendo una cultura viva, en contraposición a una cultura del museo y de la añoranza que las generaciones antiguas siguen creyendo que lo andino o tradicional fue mejor y debemos valorarlo, Roberto Miro Quesada reafirma «Creo que la función del Estado no es tanto preservar el patrimonio cultural del pasado, sino incentivar el movimiento de la cultura viva, que es la que se da en los barrios, en la calle».
Los jóvenes están desarrollando nuevos aparatos culturales como son: la calle, el barrio, el bus, los conciertos, las tribus urbanas y los medios de comunicación (Internet) son los nuevos elementos que vienen practicando como manifiesta García Canclini se «conectan y se desconectan» permanentemente para esta generación no hay lazos fuertes sino por el contrario practican los lazos débiles, anteriormente predominaban los lazos fuertes como la familia, la vecindad, los hermanos de sangre entre otros en cambio hoy el que predomina son los lazos débiles que se encuentra en los centros laborales, instituciones educativas en los nuevos tugurios urbanos (los departamentos de viviendas en las torres) donde su interacción es espontaneo y circunstancial de una gran movilidad social, en otras palabras cambian constantemente sus aparatos culturales según el espacio que se encuentran.
Que podemos hacer para construir una nueva identidad cultural en los tiempos de globalización, para lo cual tomaremos al mismo Miro Quesada cuando el manifiesta «Creo la mejor política sería la dejar que la gente cante y baile lo que quiere. El papel del Estado debería reducirse a incentivar y dar facilidades, sobre todo a nivel de los barrios. Habría que reivindicar los espacios urbanos, la esquina, la plaza pública, el atrio de las parroquias, para los espectáculos de teatro, danza música.
Incentivar que los conjuntos de huayno, chicha, salsa, rock, toquen en todos los barrios. ¿Qué lo hagan mal?. No importa. Es necesario generar un movimiento, dar oportunidades y de ahí seguramente saldrá cosas buenas», nosotros añadiremos desarrollar nuestra cultura viva en las fiestas patronales, sobre todo en los espacios rurales, los conciertos, los espacios virtuales donde están mayor tiempo esta nueva generación porque ellos no practican las exclusiones sino respetan las diferencias en muchos casos los integran en su vida cotidiana.
Otro elemento que reflexiona es lo popular porque la mayoría de los académicos andinos manifiestan que los de abajo y pobres son del sector popular, pero hay otra acepción lo popular es lo masivo por tanto podemos decir que el termino popular es muy complejo sobre todo en nuestra sociedad. Roberto Miro Quesada manifiesta «lo popular ha venido siendo entendido como aquella mayoría pobre de origen andino cuyos supuestos culturales son asumidos como correctos por el solo hecho de ser mayoritarios, pobres y andinos», nosotros creemos que debemos tener una visión más amplia porque tenemos una mirada muy sesgada que todo lo occidental es malo, alienante, individualista en cambio lo andino es todo colectivo, solidario. El mismo Roberto nos dice «lo occidental fue visto como fuente de dolor, y solo de dolor, ante lo cual lo andino adquirió, por contraposición la categoría de dador de felicidad y solo de felicidad». Que en la práctica no es cierto porque los dos tienen lo bueno y lo malo por lo que se plantea recoger lo positivo de los dos enfoques.
En la actualidad los elementos que se señalan anteriormente ya no tiene argumentos porque los pobladores de las comunidades campesinas no buscan la solidaridad comunal sino por el contrario buscan el progreso individual esto se constata en la educación de sus hijos, en la migración por trabajo y estudio, lo dicho esta graficado en la frase «No quiero que tu sufras como nosotros, por lo que tienes que estudiar para ser otra persona», ellos no dicen debes estudiar para que ayudes a tu comunidad o pueblo sino a tu familia o hermanos podemos señalar que los migrantes rurales buscan el progreso y no el desarrollo colectivo.
Roberto Miro Quesada siempre proponer la integración de los dos elementos lo occidental y lo andino sin anteponer a ninguno de los dos sino buscar un integración cultura como él lo manifiesta «Si aceptamos que son los puntos de encuentro los que definen los valores culturales, entonces la cultura que queremos será aquella que nazca de una confluencia explícitamente deseada…Es decir, construir una identidad cultural que respete la pluriculturalidad de un país como este».
Después de leer y reflexionar los artículos, ensayos y debates que ha tenido Roberto Miro Quesada podemos afirmar que solo lo andino no es lo peruano sino es una mezcla de patrones culturales occidentales, africanos, judíos, chinos, andinos, nativos y otros que vienen interactuando en nuestro país, como diría nuestro maestro José María Arguedas, el Perú es un país de todas las sangres donde se reconoce la diferencia cultural.
La pequeña recopilación que conforma este texto tiene un sentido didáctico y no aspira a dar a conocer toda la producción académica del autor, sino a informar sobre su producción ligado al tema de la cultura. Está pensada para servir de herramienta a quienes comienzan a penetrar en el mundo de la cultura y quieren profundizar en el aprendizaje de la realidad peruana.
Para terminar esta pequeña reflexión invitamos a los estudiantes de Sociología, Antropología y Trabajo Social de la Universidad Nacional del Centro a leer este compendio de artículos y ensayos de Roberto Miro Quesada, esta publicación que tiene carácter eminentemente académico, con este texto queremos rendirle un homenaje y revalorar su producción académica sobre la cultura.
Al Amanecer de marzo 2011.
Ricardo Soto Sulca.