20 de mayo de 2011

LA MIGRACION COMO ELEMENTO DE CAMBIO EN LA VIDA Y OBRA DE JOSE MARIA ARGUEDAS

Escribir o hablar sobre José María Arguedas, escritor, antropólogo, gran animador cultural, es muy complejo porque su vida, sus obras no tienen un enfoque lineal, tienen diversos enfoques culturales, quisiéramos desarrollar en este artículo la idea central en la vida y obras de Arguedas que es: La migración que nos permitirá tener una visión más amplia de su pensamiento literario y antropológico.
La vivencia de la migración en Arguedas atraviesa su vida y sus reflexiones literarias y antropologicas,  fue un eterno viajante, desde su infancia él vivo en distintos pueblos y ciudades como nos dice Antonio Zapata “En canto Quechua Arguedas recuerda en su biografía, enfatizando los numerosos viajes de su niñez, acompañando a su padre que trabajaba como abogado itinerante, cargando con el futuro escritor y su hermano. Recorriendo extensamente sierra y costa; Ayacucho, Cuzco, Apurímac, Ica”, nosotros agregaremos Huancayo, Lima, Puno entre otros. Hizo sus estudios de secundaria en colegios diferentes en Ica, Yauyos, Abancay y Huancayo. En 1931, ingreso a San Marcos para estudiar educación (Lima).
En cada uno de estas ciudades nos ha dejado grandes enseñanza de la valoración de la población campesina o comunera en contra de los citadino, pero sin buscar la exclusión sino por el contrario buscar interrelación entre lo citadino y lo andino para muestra ejemplificaremos algunos hechos, uno de ellos fue la actitud que tuvo los profesores del colegio San Luis Gonzaga de Ica donde Arguedas va estudiar, ellos miran sus calificativos que tiene de las escuelitas de Apurímac,  se burlan a ver si va sacar las mismas notas, al concluir el año se sorprenden que Arguedas tiene mejores notas que los alumnos de Ica, esto nos da una idea negativa que tienen los pobladores de la ciudad referente a los pobladores andinos.
 El otro hecho fue en el Colegios Santa Isabel de Huancayo, estando matriculado en el tercer año, donde se va formando como escritor pero sobre todo como promotor cultural, saca tres números de la revista Antorcha desde un comienzo busca la unidad de los estudiantes contra la opresión de los docentes y autoridades educativas, en su artículo “Proclama” nos dice: Unión compañeros unión es lo que pide todo proyecto de grandeza. Compañeros cumplamos con lo que dijo el Cristo de la libertad y solo así nuestra quimera se cernirá en el horizonte de lo cierto. Es necesario  que todos formemos un solo cuerpo y si en cada corazón palpita un mundo, seamos una nebulosa de astros y que la lumbre de nuestras almas despida el calor de sus rayos en el fondo del cielo donde la sombra extiende alevosa los tules de su vestidura.
Analizando el artículo podemos ver busca la unidad de sus compañeros basado en la libertad de sus pensamientos, ideas y origen, este ultimo porque la mayoría de los estudiantes del Santa Isabel no eran citadinos sobre todo ellos provenían de los pueblos aledaños del Valle del Mantaro o de otras ciudades como Arguedas, en otras palabras el comportamiento de los docentes era excluyentes con los alumnos de las comunidades por un prejuicio racista y marginador. Arguedas desde joven buscaba la articulación de lo andino con lo occidental que se convertirá más adelante en la idea central del escritor la identidad mestiza.
En sus obras literarias también encontramos la idea de migración en sus libros:  Todas las Sangres y el Zorro de Arriba y Zorro de Abajo, en el primero crea un personaje que representa Demetrio Rendón Huilla, un indio que sabe leer y escribir, que tiene experiencia obrera y sindical, que no cree en Dios, no reniega ni siente vergüenza de su condición de indio, se identifica plenamente con el espíritu colectivo de las comunidades disfruta con el trabajo- fiesta de las faenas y que tiene la prudencia de los grandes sabios andinos, que habla con la fuerza de la naturaleza, que no tiene rabia, pero que quiere cambiar el mundo para que el Perú sea una patria para todos sus hijos y no solo para los criollos.
Este personaje Demetrio Rendón Huillca para nosotros representa la imagen de todos nosotros migrantes porque él es levado para servir en el ejercito en la ciudad de Lima, donde aprende aparatos culturales citadinos y readecua sus aparatos culturales de su pueblo en ella, pero no se queda regresa a la comunidad donde se convierte en un líder de su pueblo y va a trabajar a la mina sin descuidar el campo y reinventa nuevos aparatos culturales tomando lo citadino con lo andino es donde nace la idea de todas las sangres.
En cuanto a el Zorro de Arriba y Zorro de abajo es la articulación de los campesino a la ciudad de Chimbote convirtiéndose en pescadores para lo cual asumen patrones culturales de la ciudad desde ser pescador a jefe de embarcación para lo cual primero deben aprender a nadar para tener licencia de pescador, pero ellos no niegan sus patrones culturales de sus lugares de origen, para sus actividades religiosas y festivas regresan a sus pueblos.  
Recordar la interesante distinción que hace Manuel Castells, entre “la identidad de resistencia” y la “identidad  de proyecto” puede ser oportuno para una mejor comprensión del esfuerzo arguediano en su insistencia y valoración del mundo andino. Para Castells la primera identidad es generada por aquellos actores sociales que se encuentran en posición o condición devaluadas o estigmatizadas por la lógica de la dominación, por lo que constituyen trincheras de resistencia y de supervivencia basándose en principios diferentes u opuestos a los que impregnan las instituciones de la sociedad. Puede haber de esto en Arguedas, en ciertas páginas de sus primeras obras, ante el desprecio y avasallamiento a los que la sociedad occidental somete al mundo indígena, ignorándolo y marginándolo.
Nelson Manrique también nos manifiesta “el aporte de José María Arguedas ha sido capital para definir la identidad cultural de Lima. No solo presento la sierra al público limeño sino contribuyo a resolver necesidades muy sentidas de sus coterráneos. Los primeros migrantes tuvieron que enfrentar no solo un profundo choque cultural sino, sobre todo, sufrir los prejuicios con que históricamente los costeños han visto a los serranos. Para los viejos limeños los migrantes venían a quitarle su ciudad, eran sucios, desconfiados y taciturnos. Los serranos, por su parte, consideraban a los costeños ociosos, inconstantes y superficiales”. Pero justamente, Arguedas se negó siempre a ser encasillado en el compartimiento del indigenismo, como algunos lo pretendían. Sus textos al respecto son enérgicos y conocidos sobre todo los antropológicos. Su proyecto era otro, más complejo y más difícil, abarca un universo más vasto.
La “Identidad proyecto”, de que habla el autor citado, resulta esclarecedor aquí. Ella se presenta cuando los actores sociales basándose en los materiales culturales de que disponen, construyen una nueva identidad que redefine su posición en la sociedad y al hacerlo buscan la trasformación de toda la estructura social. La redefinición que menciona Castells es capital, en este caso se orienta, efectivamente, a la búsqueda de una trasformación social. En ella estuvo empeñado Arguedas. Que haya elementos de la identidad de resistencia en su variada obra es innegable, pero seria recórtala no ver hacia donde apunta finalmente. Delinear ese proyecto sin perder las raíces andinas no fue sencillo y motivar un ir y venir penoso e incierto a ratos, pero retomado constantemente. Hacerlo le causo desazón, pero también gozos profundos.
Consciente de la enorme capacidad de asimilación y recreación del mundo andino y mundo occidental, demostrada a lo largo de la Historia, Arguedas trabaja, y muestra al país aquello que, en el Perú de hoy, permite poner en el camino la identidad proyecto hacia una sociedad justa y fraterna. No es un programa político, por necesario y urgente que sea, es un proyecto de vida. De allí que en medio de vicisitudes e incluso de malos momentos, José María no dejo de hablar  de la esperanza.   Arguedas  reconoce que las identidades que comienzan como resistencia pueden inducir en identidades proyecto. La frontera entre esas identidades es lábil y porosa.
Arguedas quería que el Perú se hiciera mestizo su idea de país era el equilibrio que había logrado en el Valle del Mantaro, el mundo occidental y el mundo andino. José María quería mostrar las bondades del mundo indígena frente al sociedad occidental. Por entonces estaba de moda aquella vieja concepción del desarrollo que señala que para que surja lo nuevo hay que destruir lo viejo. Arguedas señala que lo viejo puede coexistir con lo moderno la tarea esta en buscar el equilibrio para ello el migrante juega un papel importante porque no es un migrante que se queda en la ciudad sino es un personaje que tiene una movilidad social de ida y vuelta en otras palabras entra y sale de la ciudad y del campo readecuando los patrones culturales del lugar de origen y lugar de residencia.
Este tipo de migrante va reconfigurando la relación de campo y ciudad porque ellos van teniendo movilidad social casi permanente, puedes tomar desayuno en Huancavelica, Almuerzas en Huancayo y Duermes en Lima por tanto los patrones culturales se modifican según el espacio donde se encuentra.
Martin Tanaka nos invita a tener una mirada más abierta en cuanto a la identidad andina. “En el momento actual , como consecuencia de la dinámica de la migración, el crecimiento de las ciudades, la institucionalización de los municipios rurales, la politización de los espacios locales, la expansión de las actividades extractivas, la imagen de lo andino esta en redefinición. Pero todavía no aparecen visiones articuladas capaces de superar del todo las visiones previas. La pregunta por la identidad andina sigue abierta”.     
Para terminaría diría que Arguedas ha sido un visionario de nuestra identidad cultural no podemos decir que solo fue un Indigenista sino por el contrario fue un progresista tenía una idea de progreso y buscaba la articulación de los citadinos y andinos.

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